jueves, 16 de septiembre de 2010

Viste? siempre me pasa lo mismo... te dejo tirado, como si nada. Pero vuelvo, siempre vuelvo a contarte como andan las cosas por acá... pasa que, sabès? casi nunca se me ocurre nada para actualizar. No, no te miento. Sentate, tomèmonos un tè.


La otra vez, me acordaba de un cuento que había hecho, no me convence mucho... probablemente lo modifique un poco, ahora. Esta bien *tomar aire*, ahi va.

- Taxi! Llevame a casa...
- Dirección?
- No sé, llevame a ese lugar... ehm, ese, que tiene mucho pasto verde y suave y dulce, y amaneceres que no terminan nunca, y sombras de colores...
- Lo siento, creo que desconozco el lugar...
- Entonces me bajo acà, cuanto te debo?
- Solo un par de palabras de consuelo.
- Te puedo pagar la próxima? Escasean las palabras de consuelo y las estoy necesitando mucho.
- Está bien.
Bajé del taxi y decidí buscar mi casa a pie. Una mujer iba pasando y le describí el lugar que buscaba, para mi mala suerte, tampoco lo conocía. Pregunté pero nadie me supo responder. Seguí un poco más, hacia arriba y hacia abajo, de izquierda a derecha, tres pasos al medio, cinco pasos al oeste... A ningún lugar y a todos los lugares, pero no pude encontrar mi casa...

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